viernes, 21 de abril de 2017

No te enamores de las palabras, enamórate de los hechos



Nunca pongas demasiada atención a las palabras románticas, a esas palabras que ellos o ellas, utilizan para enamorar a cualquiera. No sedas ante las vibraciones que salen de su boca porque las palabras se las llevará el viento, dejarán de existir y no tendrán valor. No dejes que las palabras endulcen tu oido porque las personas no suelen mostrarse al cien por ciento de lo que son en realidad.

Los hechos son los que determinan cuando de verdad le importas a una persona y cuando no lo haces. Es fácil identificar por medio de los hechos cuando una persona te miente o te dice la verdad. Es por eso que debemos poner nuestros ojos en lo que se hace y no en lo que se dice.

Tenemos que comenzar a reconocer que el amor es difícil de identificar. No es fácil saber cuando en una persona hay verdadero amor o cuando solamente quiere jugar contigo. Si nos dejamos guiar por las palabras jamás sabremos lo que hay dentro en el corazón de esa persona porque las palabras son una herramienta para mentir, para decir las cosas sin sentirlas. Pongamos atención a todas esas cosas que las personas hacen por nosotros, veamos que son capaces de hace por nosotros y cuanto darían por nosotros. Por medio de los hechos podremos darnos cuenta cuando una persona es sincera o no lo es porque podemos mirarla y escuchar con atención lo que nos dice su lenguaje corporal.

No te enamores de las palabras bellas, no dejes que te muestren el calor del aliento porque después pueden enfriarse y lastimarte. Nunca te enamores de las palabras, enamórate de esa persona, de sus detalles, de sus ojos. Ve más allá. Ve más allá de lo que quieren ver tus ojos y no tengas miedo de descubrir cosas que no quieres ver. Ve más allá de las palabras; comienza a buscar el corazón y ver lo que hay dentro de esa persona que te endulza con cada una de sus palabras.

La palabras pueden enredarte entre rosas y aliento de amor. Pueden perderte y llevarte a sentir los mejores sentimientos dentro de ti. No las creas; no creas las palabras con facilidad, duda, duda de cada palabra que salga de su boca y compruebas con sus hechos, con cada cosa que hace por ti. Pregúntate; pregúntate ¿qué es lo que hace por ti? y ¿cuántas veces te dice un te amo al día? Guarda las respuestas y únelas para que te des si cada vez que te dice un te amo lo dice de corazón. Las palabras jamás terminarán de llenarte, cada vez necesitarás de más y más palabras para sentirte bien, para sentirte confiada.

Cuida tus oídos y enamórate de esa persona que este dispuesta a hacer cualquier cosa por ti, que haga lo que sea por tu felicidad y por demostrarte que te ama. Enamórate de esa persona que luche por ti cada día de su vida y se encuentre a tu lado en cualquier circunstancia.

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