A veces no se da y no hay ni explicación, ni antídoto.
A veces no se da, porque se van antes del “sí” o porque asumen un “no” que nunca existió.
A veces de tanto intentarlo, se desgasta Y el amor se queda ahí,
entre el abrazo que alguna vez fue su hogar,
en el beso que un día paró el tiempo,
en los Netflix and chill y sus series inconclusas,
en las caricias bajo la ropa,
en los besos en el cuello,
en su olor mezclado con el tuyo,
y en la taza de café, que ya está fría.
En todo eso se quedó su amor.
Nada lo va a cambiar y será lo más triste del mundo,
porque no hay nada más triste que ver dos personas que quieren estar juntas, sin poder hacerlo funcionar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario