Cuando era pequeña, me encantaba escuchar aquellas historias de princesas que encontraban al amor de su vida y vivían una vida felices para siempre, y pensaba que cuando creciera, esas cosas serían de la misma manera, que conocería a una persona en algún momento y se enamoraría de mí para poder formar una familia y vivir felices para siempre. Conforme pasa el tiempo, me doy cuenta que todo fue una mentira, que no es tan sencillo encontrar al amor de tu vida, a ese príncipe o princesa que se enamora de ti sin importar quien eres o tu aspecto. Desde hace un tiempo me di cuenta que no es fácil encontrar a esa persona que valore por completo quien eres y lo que quieres ser. Estoy cansada de besar sapos esperando que se conviertan en la princesa que he esperado desde que escuche aquellas historias culpables de toda la ilusión que tenía por encontrar al amor de mi vida.
Aún me queda un poco de esperanza en lo más profundo del alma; espero encontrar en algún momento y en algún lugar a esa persona que me haría feliz, que me entregará todo lo que estoy esperando del amor, y que sin importar el tiempo estará enamorado de mí y nada cambiará. Estoy cansada de esperar lo mejor y al final encontrar solo el fracaso.
Lo único que necesito es a alguien que esté a mi lado porque quiere estarlo, porque me ama y hará lo posible por verme feliz. Necesito a alguien que sepa valorar todo lo que soy, todo lo que llevo dentro, pero también todo lo que soy por fuera, sin importar los cambios que haya en mi cuerpo. A alguien que esté dispuesto a luchar por mí y estar a mi lado para defenderme y hacerme sentir protegida. Quiero a alguien que sepa estar ahí para mí, que esté dispuesto a ser mi protector, mi esperanza y mi todo; que este a mi lado y me enseñe cada día algo nuevo, alguien que sea interesante y que tenga algo para ofrecerme. Estoy dispuesta a enamorarme, darle todo lo que soy y estar para ella siempre que me necesite. Tengo ganas de ser amada, pero también de entregar todo lo que soy y amar con todo lo que tengo.
No quiero que la pizca de esperanza que aún queda en mí muera, que llegue alguien y destroce las ilusiones que aún me quedan de encontrar a alguien que este dispuesto a entregar su vida y usar una eternidad a mi lado para construir una nueva historia, un solo camino. Aún queda algo, aún reservo un lugar en mi corazón para esa persona especial, a la cual espero con ansias, con ganas de poder tener a mi lado y entregar todo lo que tengo almacenado en mi pecho para ella. Seguiré esperando, intentando recuperar las fuerzas cada vez que algo me haga caer, cada vez que los recuerdos de las malas experiencias intenten cerrar mis brazos y mi corazón a una nueva oportunidad para el amor.
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