Para tener un buen bienestar emocional, necesitamos sentirnos conectados, necesitamos sentir que pertenecemos. Estamos conectados para sentirnos entrelazados con los demás y tener un lugar seguro para compartir nuestras experiencias humanas.
Sin embargo, desde mi propia experiencia, así como al escuchar miles de historias de otros, cuando perdemos nuestro sentido de pertenencia o nuestras conexiones se vuelven inestables, sentimos que no podemos operar de la mejor manera posible o incluso funcionar a veces.
Es por eso que debemos pertenecer a más de una cosa.
No podemos simplemente pertenecer a una relación porque cuando esa relación termine, no tendremos nada.
No podemos simplemente pertenecer a nuestra carrera porque cuando nos jubilemos o las cosas dejen de funcionar bien en nuestro lugar de trabajo, no tendremos nada.
Nuestra vida es simplemente un espacio que se nos ha dado para crear nuestra identidad en un millón de lugares diferentes. Nuestro bienestar depende de la conexión, por lo que debemos buscar eso donde podamos.
Tenemos que honrar nuestras pasiones.
Tenemos que nutrir cada cosa que nos emociona.
Tenemos que comunicarnos con personas que comparten trabajos diferentes a nosotros, diferentes experiencias.
También debemos atesorar a las personas que comparten los mismos trabajos que nosotros y compartir las mismas experiencias.
Tenemos que encontrar la lujuria dentro de nosotros y dejar que eso nos guíe a un área diferente de la vida.
Tenemos que dominar nuestras propias mentes, saber cómo nos gusta nuestro té, saber cuántas almohadas necesitamos para dormir llo mejor posible, y saber qué tipo de música calma nuestro corazón.
Tenemos que tener pasatiempos y tenemos que hacerlos tanto como podamos.
Tenemos que tomarnos el tiempo para notar nuestras heridas y darles compasión, para que otros sepan dónde ser más suaves.
No podemos inventarnos una cosa porque eso nunca nos llevará a nuestro más auténtico estado de felicidad. No podemos vivir con nuestra identidad ligada a una sola cosa (ex, madre, novia, esposa, jefe, pintor, etc.) porque cuando esa única cosa se vaya, no solo no tendremos a nadie, sino que sentiremos que no somos nadie.
Tenemos que ser nuestro yo completo, nunca depender de algo o alguien.
Somos mucho más que eso; podemos ser mucho más que eso.
Toma tu experiencia humana y permítete pertenecer por todas partes, conéctate interminablemente a todo lo que hace que tu ser más puro se sienta en paz, y recuerda que tu identidad es una acumulación de cada una de las cosas que intercalas en tu vida: siempre pertenecerás, simplemente porque tu existes.
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