A veces vivimos tratando de complacer a los demás con nuestra forma de ser o convertirnos en estándares que la sociedad nos pone. Seguimos a los demás porque es lo que todos hacen y quieren. Pero llega un momento en donde te paras a pensar que es lo que realmente tú quieres, si seguir siendo una copia más, un punto entre muchos o ser algo que te haga feliz, te que complazca y donde tú solo tomes tus decisiones. Que no tengas que cumplir con las expectativas de nadie.
Porque tú no has nacido para vivir lo que otros no pudieron, para cumplir los sueños de otros, sino los tuyos, para ejercer una profesión que tú desees y vivir como mejor te parezca.
Así que dile a esas personas que confían que seas su esperanza para sus anhelos frustrados de que contigo, no cuenten, que no eres ellos, que lamentas mucho que no hayan podido cumplir sus sueños, y que por eso, tú no vas a dejar que te pasé lo mismo, que tú si vas hacer todo lo posible para lograrlo, si te tienes que equivocar ni modo, es parte de la vida, solo así se aprende, que no importe las veces que te caigas, te levantarás, que no importe el tiempo que tomé, lo conseguirás y más tarde no te arrepentirás por haberte esforzado.
Si realmente te apoyan y te aprecian, entonces lo entenderán y se darán cuenta que es tu vida y de nadie más, deben respetarla. No puedes ser como ellos quieren, sino ser lo que tú quieres.
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