martes, 20 de febrero de 2018

El valor te lo das tú misma.

La gente puede mirarte de la forma que quieran, pero siempre mírate por dentro, mira la calidad de persona que tienes y transmite siempre eso. Ellos quieren algo de ti, no darán paso alguno sin primero obtener algo a cambio, te tratan con ingenuidad porque piensan que en verdad lo eres, ellos sólo mirarán lo que hay por fuera. pero ninguno nunca podrá ver lo que sientes, lo que piensas cuando estas sola, nunca podrán ver los colores y los matices que forman dentro de ti.

Cuando esas cosas pasen, recuerda cuales son tus sueños, tus metas y tus anhelos. No pierdas el camino por un par de juicios sin sentido, no te dejes desplomar por la idea de alguien más. Basta con que, en realidad sepas quien eres y qué es lo que quieres, porque cuando miras un camino sólo hay que llevar los ojos bien puestos al final de ese camino y con seguridad lo lograrás. Día tras día renueva tu pensamiento, desecha las cosas que detienen tu camino y apóyate de las lecciones que a diario aprendes. No te fijes en lo que las personas piensan de ti, pues al final de todo verás que lo más importante es la propia idea; los demás quieren interferir, quieren ver a otros derrumbados y sin gozo, pero tú eres más fuerte de lo que incluso tú misma piensas.

Estarás lista para preocuparte por alguien más cuando, alguien sea capaz de mirar tu corazón antes que tu cuerpo, podrá sentir tus palpitaciones y conocer la causa de cada una de ellas sin siquiera reposar su cabeza sobre tu pecho. Cuando puedas encontrar a alguien así es porque por fin habrás encontrado a otra persona que comparte la idea de vida contigo, porque se ha fijado un camino y ha sido para encontrarte.

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