
Quiero pensar que las cosas que hemos hecho, que todo eso que hemos pasado aún toman un valor para ti. Quiero pensar que todas esas veces que me has lastimado han sido sin darte cuenta, porque al parecer no has sentido nada, no has sentido ganas de por lo menos expulsar un… perdón.
Tienes que aprender a pedir perdón cuando sabes que a la persona que le estás haciendo daño es importante para ti, cuando sabes que las cosas que has hecho han lastimado a la persona que se supone amas con tu corazón y le has prometido que harías lo posible por nunca lastimarla, por nunca hacer algo que dañe su corazón. Es lamentable ver como no te importa cuando has visto que me lastimas, ver que te vas y no haces nada por lamentarlo, por pedir una disculpa, por lo menos antes de irte para evitar ver de nuevo las lagrimas de lo que has hecho.
Sabes que me has lastimado, y sabes que lo sigues haciendo al quedarte de pie, ahí de brazos cruzados, sin hacer nada para remediar lo que has hecho. Me lastimas al no hacer nada por resolver los problemas y luchar para que esta relación no se destruya, para que podamos seguir juntos y que nadie ni nada nunca pueda separarnos. Pero no es así, las cosas dejas que se te vayan de las manos, no haces nada para que nuestra relación siga hacia adelante, sino que lo único que haces es alejarte cada vez más de mí y pretender que las cosas se solucionarán solas. No sé porqué lo haces; no sé si no te importa o en verdad no sabes como hacerlo.
El perdón es una palabra que puede solucionar miles de problemas, de separaciones y conflictos. Tu problema es que esta palabra no existe en tu vocabulario, porque no sabes pedir un perdón cuando sabes que has hecho las cosas mal, porque tú sabes cuando te has equivocado, sabes cuando es tu culpa y cuando no lo es.

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