Sé que nunca olvidaré el tiempo en el que fuimos algo más que simples amigos
El día en el que te conocí no te imaginaba así. Te voy a ser sincera, no sentí eso de “amor a primera vista”, pero sí sentí que te conocía de antes, había una conexión distinta, algo que no había sentido nunca. Entonces fue ahí cuando empezamos a hablarnos más y a ser más cercanos.
Las noches se hacían cortas contándonos algunos secretos y hablando simplemente de la vida. Sentía que era parte de tu vida desde hacía mucho. Me conmovían tus historias tristes y me hiciste sentir que podía contarte hasta mis secretos más privados. Te convertiste en mi confidente en cuestión de un mes.
No te voy a mentir, algunas veces tu manera de ser tan distinta a la mía me hacía sentir mal. Eras muy frío y yo esperaba que fueras más cariñoso conmigo. No te conocía ciertas partes y no lograba entender por qué eras así, pero empecé a entenderte y comprender que lo distintos que somos nos hace ser lo que somos.
Todo fue sucediendo demasiado rápido, en unos 3 meses nos convertimos en mejores amigos, casi inseparables. Nos confiábamos todo y estábamos ahí para el otro. Nos regañamos más de una vez por decir algo tonto, nos consolamos por nuestros malos momentos y nos reímos de las cosas que nos sucedían.
Cuando nos dimos cuenta, nuestra relación se estaba haciendo como un noviazgo, sin embargo no nos besábamos. Teníamos miedo arruinar la amistad. Pero uno de esos días de abrazos y cariños no pude más y tuve que robarte aquel beso. Mi primer beso, tu primer beso, nuestro primer beso. Si bien esto nos trajo unas cuantas discusiones, valió la pena.
Y fuimos más que simples amigos. Llegamos a construir una relación distinta. Algo que jamás soñé, pero que me hizo feliz. Hubo muchos días de peleas, pero otros momentos hermosos en los que me sentí más que feliz.
No quería que esto terminara, pero terminó. Pusiste punto final a una historia que yo no quería terminar. A penas todo estaba empezando. Te estaba queriendo más y más hasta que sentí ese bajonazo cuando me dijiste que era el último día que íbamos a estar juntos.
Estoy convencida de que eres la casualidad más hermosa que me ha sucedido hasta hoy. Debí decirte adiós, pero sé que nunca olvidaré el tiempo en el que fuimos algo más que simples amigos.
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