Tú piensas que no, pero sí

Tú piensas que no, pero sí,
Tú piensas que tal vez no te recuerdo, pero sí, lo hago periódicamente.
Tú piensas que lo nuestro para mí fue una historia más, pero no.
Tal vez piensas que no, pero sí. Sí, sí y un millón de veces sí.
Sí te quiero.

En ocasiones te extraño. No extraño estar acompañada, te extraño a ti.
No extraño el romance y las citas, te extraño a ti.
Tu forma bizarra pero exacta de demostrar que me quieres.
Como cuando decías “lo mejor de todo es poder despertar a tu lado”.
Tú piensas que no, pero sí.
A veces me pregunto si nuestros caminos volverán a encontrarse,
Y si se encuentran, ¿podrían volver a tocarse?
Para entonces tener un roce de piel, de almas, y renovar mi vida.
Hay días en los que no cruzas mi cabeza,
Y tú puedes pensar que no, pero sí, te quise como nadie.

Te recuerdo en los días buenos, cuando tu sonrisa me paralizaba,
Y en los días malos, cuando de pronto te alejabas, pero siempre volvías.
¿Cuándo vuelves a tocar mi puerta?
Tal vez no volvamos a encontrarnos y esa idea me llena de nostalgia,
Pero, ojalá que yo piense que no, y sí;
Que te encuentre una vez más, aunque sea solo para verte feliz,
Con o sin mí.
Porque tú piensas que no, pero sí,
Yo siempre quise verte feliz, sea yo o alguien más el motivo;
Seas el mismo o no, nos guste o no, tú y yo tuvimos algo que con los demás no.
Aunque intentemos negarlo, y digamos que no, siempre será un sí,
Sí, sí nos quisimos mucho.

Y tú puedes decirles que no, pero tú y yo sabemos que sí,
Que hay marcas que no se borran,
Que hay noches que no se olvidan,
Que hay amores que no se superan,
Viven enterrados como espina,
Viven en la piel y no se van.
Y no, no fuiste el amor de mi vida,
Fuiste el amor de mis días,
Aquellos que me enseñaron a dejarme llevar,
A dejar mi pasado atrás.
Tú puedes pensar que no, pero sí,
Dejaste huella, la tatuaste a lo largo de mi cuerpo,
Y si me preguntan a los brazos de quien correría
En una noche ebria, respondería tu nombre.