miércoles, 8 de agosto de 2018

365 días

365 días

52 semanas.

Y quién sabe cuantos segundos y minutos.

Hoy quiero dedicarte palabras desordenadas que a veces son mudas, que a veces no se explican de ninguna forma. Palabras, pero hechas para y de ti.

No hay nada mejor, que en este aniversario, desearte que ese calor en tus venas, siempre esté prendido, que tu risa sea lo único que te haga llorar y que todo acto positivo que hagas por el mundo, te corresponda.

Te deseo, que te sea suficiente cada bello momento diminuto y que cada beso en el cuello te ubique en el momento correcto en el mapa del mundo.

Amor, nos deseo, que en este aniversario se nos siga congelando el tiempo y que con tanto defecto, nos sigamos gustando. Nos deseo que nos sigan sudando las manos cada vez que nos toquemos, que siempre nos llenemos de tanto cariño y honor y que siempre, siempre, siempre nuestras miradas nos delaten cuánto nos amamos.
Amor, nos deseo que este sentimiento esté bien prendido y que siempre encontremos la manera de vernos uno al otro, sin que el otro se dé cuenta. Porque lo merecemos. Agasajos chiquitos, felicidad eterna, risas que no acaben.
En este aniversario quiero recordarte nuestros enfados, pero sobretodo esas disculpas. Quiero que recuerdes las malas manías y todas esas cosas que nos vuelven locos uno del otro -para bien o para mal-, quiero que recuerdes esas veces que nos hicimos sentir bien cuando sólo queríamos llorar, esos días que no hicimos nada y fuimos plenos, esos instantes que no fueron retratados, pero fueron eternos, esas veces en las que cedimos, en las que nos levantamos, esas en las que seguimos pa´lante.

Amor, nos deseo que los caminos en carretera sean de música y de facilidad, que los días de trabajo valgan la pena, que el café no siempre esté dulce y de paso la vida. Esta, que nos toca por vivir juntas.

Quién nos iba a decir, 365 (ahora más). Tan sólo el inicio de nuestra eternidad.

En este aniversario, sólo me queda decirte; te amo.


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