Yo no quiero
que te acuerdes de mí
a cada momento.
Quiero que me recuerdes
en ese instante en el que
te tumbas en la cama,
en paz,
y cierras los ojos.
Yo no quiero
recibir noticias tuyas
todos los días.
Quiero que me llames
cuando llores,
y cuando lo hagas de alegría
o cuando estés en guerra contra el mundo.
Yo no quiero
ir de la mano contigo por Madrid.
Quiero que Madrid
nos pese en las palmas
hasta quebrarnos los brazos.
Yo no quiero
escuchar canciones
que hablen de otros.
Quiero que todos los músicos
encuentren la inspiración
con nuestra historia.
Yo no quiero
que te reflejes en ningún espejo.
Quiero que me mires a mí
y te veas a ti
y descubras cómo te veo.
Yo no quiero
largas conversaciones
ni palabras forzadas.
Quiero estar en silencio,
siempre a tu lado,
y respirar.
Yo no quiero
acostarme contigo.
Quiero, sobre todo,
que el sol despunte
y despertar en tu casa.
Yo no quiero
saber qué piensas
cuando me abrazas.
Quiero que me abraces
sin pensarlo
Yo no quiero darte un beso.
Quiero nunca dejar de dártelo.
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